Querido profesorado de la UASD, en especial del Recinto Santiago:


Hoy me dirijo a ustedes con profundo respeto y admiración, para reconocer y celebrar la labor invaluable que cada persona realiza diariamente en nuestras aulas. Como profesora y como psicóloga clínica y de la salud, sé de primera mano los desafíos y las satisfacciones que conlleva nuestra profesión.


Ser docente no es solo impartir conocimientos; es sembrar semillas de esperanza, curiosidad y amor por el aprendizaje. Es ser un faro en momentos de incertidumbre y guía en el sendero del crecimiento personal y académico de nuestro estudiantado. En cada lección, en cada conversación y en cada gesto, estamos dejando huellas imborrables en sus vidas.


Quiero invitarles a que sigamos siendo esa fuente de inspiración para nuestro estudiantado. Recordemos que la educación va más allá de los libros y los exámenes; se trata de tocar corazones y de construir futuros. La labor que realizamos se fundamenta en el amor, la dedicación y la comprensión. Desde la psicología, entendemos que cada estudiante es único, con sus propias historias, sueños y desafíos. Y nuestro deber es acompañarles, escucharles y motivarles a alcanzar su máximo potencial.


En nuestro rol, la empatía y la paciencia son virtudes esenciales. Al conectar con nuestro estudiantado desde el corazón, podemos entender sus necesidades y brindarles el apoyo que requieren. La resiliencia, tanto nuestra como la que cultivamos en ellas y ellos, es clave para enfrentar los retos del camino educativo.


Sigamos adelante con la convicción de que estamos formando no solo profesionales, sino también seres humanos íntegros y responsables. Que cada día en nuestras aulas sea una oportunidad para aprender, crecer y transformar vidas.


Gracias por su dedicación, por su pasión y por el amor que ponen en cada día de trabajo. Juntas y juntos, estamos construyendo un futuro mejor para todas y todos.


Con afecto y admiración,

 
Leidy Pichardo Ramírez
Psicóloga Clínica y de la Salud