La salud cardiovascular es un tema importante en la sociedad actual. Uno de los factores que afecta directamente a las personas con enfermedades cardíacas es el consumo de sal. Un nuevo estudio revela que, a pesar de la importancia de reducir la ingesta de sodio, la mayoría de los pacientes cardíacos no logran limitar su consumo de sal.


La sal es esencial para la salud humana, pero su exceso puede tener consecuencias negativas. Aumenta la presión arterial, daña los vasos sanguíneos y obliga al corazón a trabajar más intensamente. Además, el exceso de sal provoca retención de líquidos, lo que puede agravar condiciones como la insuficiencia cardíaca.


Las Directrices Dietéticas de EE. UU. sugieren que los pacientes con enfermedades cardíacas limiten su consumo de sodio a 1,500 mg por día, mientras que las personas sanas deben mantener su ingesta de sal por debajo de 2,300 mg/día. Sin embargo, un estudio que analizó datos dietéticos de más de 3,100 pacientes cardíacos reveló que nueve de cada diez (el 89%) consumían más de la cantidad máxima recomendada de 1,500 mg/día. De hecho, los pacientes cardíacos consumían un promedio de 3,096 mg/día de sal, apenas ligeramente inferior al promedio nacional de 3,400 mg/día reportado previamente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU...


¿Por qué es tan difícil para los pacientes cardíacos limitar su consumo de sal? Uno de los desafíos radica en estimar la cantidad de sal presente en los alimentos procesados o en las comidas para llevar. Muchas veces, los pacientes no son conscientes de la cantidad de sodio que están ingiriendo.


La doctora Elsie Kodjoe, residente de medicina interna en el Piedmont Athens Regional Hospital en Atenas, Georgia, sugiere que se deben encontrar formas más prácticas para que el público en general estime los niveles de sodio en su dieta. Además, se podría considerar reducir el contenido de sodio en los alimentos desde su origen.


Información obtenida de: HealthDay, USNews.