Hoy celebramos la pasión que nos impulsa a abrazar la Psicología como nuestra vocación.


Como psicóloga clínica encuentro una profunda satisfacción en poder acompañar a cada individuo en su búsqueda de equilibrio mental y emocional.


Desde el momento en que decidí dedicarme a esta profesión, supe que mi propósito era ofrecer apoyo, comprensión y orientación a aquellos/as que lo necesitan. Es un honor poder ser el faro que guía a otros/as en momentos de oscuridad, el hombro en el que pueden apoyarse cuando sienten que el mundo les pesa demasiado.


Para mí, la Psicología va más allá de una carrera: es un llamado, una forma de vida. La importancia de esta disciplina radica en su capacidad para sanar heridas invisibles, para desentrañar los misterios del alma y para ayudar a las personas a descubrir su propio potencial.


Elegí ser psicóloga porque creo firmemente en el poder transformador del acompañamiento terapéutico. Cada día me motiva saber que puedo marcar la diferencia en la vida de mis pacientes, brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar sus desafíos y alcanzar una mayor plenitud emocional. En un mundo donde el estrés, la ansiedad y la depresión son cada vez más comunes, sé que mi labor es más relevante que nunca.


En este día especial, quiero expresar gratitud a todos mis colegas psicólogos y psicólogas que, al igual que yo, han elegido este noble camino. Juntos, continuaremos trabajando para promover la salud mental y el bienestar de nuestra sociedad, recordando siempre que el mayor regalo que podemos ofrecer es el apoyo incondicional a aquellos/as que confían en nosotros. ¡Feliz Día Nacional del Psicólogo!


Leidy Pichardo Ramírez 
   Psicóloga Clínica
Reconocer el Consultorio Psicológico.