RALPH TEDY EROL (REUTERS)

El Palacio Nacional de Haití se ha convertido en el escenario de un dramático enfrentamiento. Grupos armados han asaltado la residencia presidencial en Puerto Príncipe, la capital de Haití, dejando a su paso una estela de violencia y caos. 


Los funcionarios de la residencia presidencial están atrapados en su interior mientras los disparos resuenan en los pasillos. El humo de los tiroteos se mezcla con el calor sofocante de la tarde. El primer ministro actualAriel Henry, se encuentra exiliado en Puerto Rico debido a las amenazas de los grupos criminales. Su permanencia en el cargo está en entredicho, y se espera que renuncie cuando el consejo presidencial de transición nombre a un nuevo jefe de Gobierno.


El ataque está dirigido por Jimmy Cherizier, alias Barbecue, líder de una de las pandillas más peligrosas de Haití. 


La situación en Haití es crítica. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, el país ha estado sumido en una espiral de violencia. Las bandas criminales han tomado el control de vastas zonas de la capital, y más de dos millones de haitianos han huido de su patria. El Palacio Nacional, símbolo del poder ejecutivo, ahora es un campo de batalla donde se libra una lucha desesperada por el control.


El próximo primer ministro de Haití enfrentará enormes desafíos. Deberá desmantelar las bandas criminales, restaurar la seguridad y reconstruir un Estado desgastado. Mientras tanto, los disparos continúan en las calles de Puerto Príncipe, y el Palacio Nacional arde en llamas.


Información obtenida de: ElPais