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El presidente ruso Vladimir Putin ha declarado que los cuatro atacantes responsables de un mortífero ataque en un concurrido recinto de conciertos en Moscú han sido arrestados. El trágico incidente dejó al menos 133 personas fallecidas y más de 140 heridas cuando los atacantes irrumpieron en el edificio, disparando indiscriminadamente y prendiéndolo fuego.



El Ministerio del Interior ruso informó previamente que once personas fueron detenidas en total, y los cuatro atacantes fueron capturados mientras se dirigían a Ucrania. El grupo Estado Islámico (EI) ha reivindicado la responsabilidad del ataque. El sábado, la agencia de noticias vinculada al EI, Amaq, compartió en Telegram una imagen de los cuatro hombres enmascarados que afirmaron estuvieron involucrados en el asalto. Rusia no ha comentado sobre la afirmación del EI.



En un discurso televisado, el presidente Putin condenó la masacre, calificándola como un “acto terrorista bárbaro” y repitiendo las sugerencias anteriores de los servicios de seguridad rusos de que los atacantes intentaron escapar a Ucrania. Sin embargo, Kiev desestimó la afirmación de que estuviera involucrado de alguna manera en el ataque, calificándola de “absurda”. Según Andriy Yusov, portavoz de la Dirección de Inteligencia Militar de Ucrania, sugerir que los sospechosos se dirigían a Ucrania sería indicar que eran “estúpidos o suicidas”.



El ataque ocurrió en el Crocus City Hall, un lugar de conciertos en el suburbio de Krasnogorsk, en las afueras de Moscú. Alrededor de 6,200 personas se encontraban allí para un concierto de rock el viernes por la noche a cargo de la veterana banda Picnic cuando comenzaron los disparos. Varios hombres vestidos con camuflaje cruzaron el vestíbulo y abrieron fuego contra los asistentes antes de ingresar al recinto. Las imágenes muestran a la multitud corriendo en pánico mientras los hombres armados entraban al lugar. Algunos intentaron escapar al sótano o al techo. Los testigos describieron la escena como caótica y aterradora. El edificio se incendió y una parte significativa del mismo quedó envuelta en llamas. Las fuerzas especiales intervinieron, y se enviaron ambulancias y personal médico al lugar.



Este ataque es el más mortífero en Rusia en casi 20 años, y sus consecuencias podrían tener implicaciones más allá de las fronteras rusas. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, y la tensión entre Rusia y Ucrania se mantiene en un punto crítico. La tragedia en el Crocus City Hall ha dejado una marca indeleble en la memoria colectiva y plantea preguntas sobre la seguridad y la prevención de futuros actos violentos en eventos públicos.


Información obtenida de: BBC.