El presidente estadounidense Joe Biden confundió este jueves al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el de Egipto, Abdelfatah El-Sisi, un error que no podía ser más inoportuno porque se dio en el marco de una comparecencia en la Casa Blanca para hablar del cierre de la investigación sobre los documentos clasificados que mantenía en su poder.  


Allí se le retrató como “un anciano con mala memoria”, poniendo en duda su capacidad cognitiva, alusiones que sus abogados ya habían calificado como una tergiversación “incendiaria”. “Mi memoria está bien”, ha dicho Biden, contestando a la afirmación del informe sobre sus limitaciones.


 “Incluso hay referencias de que no recuerdo cuando murió mi hijo. ¿Cómo diablos se atreve a plantear eso? No era de su maldita incumbencia. No necesito que nadie me recuerde cuándo murió”, ha dicho con la voz casi quebrada y señalando que lleva todos los días un rosario de su hijo, Beau, fallecido en 2015 por un cáncer cerebral, y que le recuerda permanentemente.


En ese comentario dijo que “el presidente de México, El-Sisi [en referencia al de Egipto] no quería abrir la puerta para que entrase ayuda humanitaria” en Gaza y él lo convenció. Biden ha añadido que “hay un montón de gente inocente muriendo de hambre, hay un montón de gente inocente en problemas y muriendo y eso tiene que parar”.

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