Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL

La fecha de expiración o vencimiento está asociada a la idea de que un producto expirado o vencido está dañado. No sirve. Hay que tirarlo a la basura. Estas ideas no son enteramente ciertas desde un punto de vista químico.


Si el producto se ve bien, se siente bien, se oye bien, huele bien y sabe bien esto implica que sus propiedades físicas no han variado significativamente. En consecuencia, se puede asegurar que químicamente este producto está estable.


Lo primero (lo ideal) es que se debe conocer el producto. La mayoría de personas cuando compra trata de observar la fecha de expiración en el envase del producto. Sin embargo, este dato no asegura que el producto esté en buen estado. Esto se debe a que un producto alimenticio, farmacéutico o de uso para máquinas industriales o de transporte puede estar químicamente estable aún después de la fecha de vencimiento.


O, por el contrario, puede estar descompuesto (dañado), aunque la fecha diga que aún no ha expirado. Todo dependerá del mismo producto, y también, si se ha cumplido con las condiciones de transporte y almacenaje que recomienda el fabricante de dicho producto.


Desde un punto de vista químico, se reitera que, basta con que se vea bien, que huela bien y que sepa bien para que se pueda decir que el producto aún está en buen estado. Por tanto, es esperable que ese producto cumpla como alimento, medicamento o cualquier otra función que se espere de él, aunque tenga la fecha vencida.


Un producto vencido es el que ha cambiado sus propiedades físicas. Cambia su color, olor, sabor, dureza…entre otras; lo cual indica que químicamente se ha transformado, es decir, se ha dañado.


“Con ojos de químico la vida es más fácil, barata, emocionante y segura”.

El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com

Para leer más artículos de Humberto Contreras, da clic aquí