Caminar y correr son dos caminos hacia la salud, pero ¿cuál te llevará más lejos? Descubre los beneficios, las estrategias para la transición y encuentra tu sendero ideal para una vida más saludable.


Caminar, el ejercicio más sencillo, ha demostrado reducir riesgos de salud como ansiedad, depresión y diabetes. Según Alyssa Olenick, fisióloga del ejercicio, la transición a correr puede acelerar los beneficios físicos y mentales en menos tiempo. Pero, ¿es realmente mejor correr?

  • Condición Física y Longevidad: El VO₂ máx, indicador crucial, mejora incluso con caminatas lentas. La actividad moderada fortalece el corazón y genera mitocondrias. Según Allison Zielinski, cardióloga deportiva, también es un predictor de la esperanza de vida.

  • Correr vs. Caminar: Duck-chul Lee afirma que correr es más eficiente debido a la mayor fuerza y energía requerida. Estudios taiwaneses revelan que carreras cortas equiparan a caminatas más largas en aumento de la esperanza de vida.

  • Cómo Hacer la Transición: Bella Mehta, reumatóloga, aconseja una progresión gradual. Aumenta pasos, intensidad y agrega intervalos de carrera. Consulta médica, especialmente si hay condiciones crónicas.

  • Desafíos y Beneficios de Correr: A pesar de ser un ejercicio de alto impacto, correr tiene beneficios únicos. Estudios sugieren que, en términos de longevidad, es más efectivo que caminar.

  • Consejos para Principiantes: Lee recomienda aumentar pasos y luego el ritmo. Olenick aconseja caminar rápido y, con el tiempo, agregar intervalos de carrera. Consultar con un médico es esencial, especialmente si hay condiciones médicas previas.