Multa impuesta por la FCC a DISH por desechos espaciales

En un acontecimiento sin precedentes, la Oficina de Cumplimiento de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) ha anunciado una multa de $150,000 contra la compañía DISH, conocida por ser un proveedor líder de servicios de televisión de pago. Esta sanción se ha impuesto debido a una violación significativa relacionada con la gestión de desechos espaciales.


El punto central de esta controversia gira en torno al satélite de telecomunicaciones EchoStar-7, que ha estado en órbita desde el año 2002. La FCC ha determinado que DISH no cumplió adecuadamente con su responsabilidad de desorbitar este satélite en desuso, una acción que se considera esencial para garantizar la seguridad en el espacio exterior y prevenir la acumulación de desechos orbitales, un problema cada vez más apremiante a medida que la actividad espacial se intensifica.


Lo que hace que este caso sea aún más significativo es que representa la primera vez que la FCC aplica la ley en relación con desechos espaciales. Este movimiento resalta la creciente importancia de regular las actividades espaciales en un momento en que la economía del espacio está en auge y las operaciones satelitales son más frecuentes que nunca.


El comunicado oficial de la FCC destaca la relevancia de esta acción. "A medida que las operaciones satelitales se vuelven más frecuentes y la economía espacial se acelera, debemos estar seguros de que los operadores cumplen con sus compromisos", señaló Loyaan A. Egal, jefe de la Oficina de Cumplimiento de la FCC. Este evento, además de la multa, incluye una admisión de responsabilidad por parte de DISH y un acuerdo para adherirse a un plan de cumplimiento.


La cuestión clave que la FCC identificó como violación por parte de DISH se relaciona con la Ley de Comunicaciones, las reglas de la FCC y los términos de la licencia. DISH reubicó el satélite EchoStar-7 en una órbita que estaba considerablemente por debajo de la elevación requerida según los términos de su licencia. Esta acción planteaba preocupaciones sobre la generación de desechos orbitales, ya que la menor altitud podría aumentar el riesgo de colisiones y contribuir a la acumulación de basura espacial.


La compañía había prometido previamente llevar el satélite a una altitud de 300 kilómetros por encima de su arco geoestacionario operativo para mayo de 2022, al final de su vida útil. Sin embargo, en febrero de ese año, DISH argumentó que no podía seguir el plan de mitigación de desechos orbitales original de su licencia debido a la escasa cantidad de propulsor que le quedaba al satélite. Como resultado, el satélite fue finalmente ubicado en una órbita de eliminación mucho menor que la que se había acordado inicialmente, a aproximadamente 122 kilómetros sobre el arco geoestacionario.


Este caso sienta un precedente importante en la regulación de la actividad espacial en Estados Unidos y resalta la creciente preocupación por la gestión responsable de los satélites al final de su vida útil. Además, destaca la capacidad de la FCC para hacer cumplir sus normas y garantizar la seguridad en el espacio exterior en un momento en que la exploración y explotación del espacio se están convirtiendo en una parte cada vez más integral de nuestra vida cotidiana.

-RT