Cápsula de sabiduría para la felicidad: la filosofía, la ciencia y la vida me han enseñado que (PROCRASTINAR ES UN PROBLEMA). José Tavárez.


Procrastinar consiste, según la IA, en lo siguiente: “… posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes, pero que son irrelevantes. Es una forma de evadir, usando otras actividades como refugio para no enfrentar una responsabilidad, una acción o una decisión que debemos tomar”. Se trata de una actitud propia de quienes les dan muchas vueltas a las cosas, personas irresolutas, indecisas, propensas a perder el tiempo.


El mal de la procrastinación acecha y tienta a todo ser humano, por lo que conviene estar alerta para detectar su presencia y evitar el daño que pueda causar. En ese sentido, prestemos atención a las siguientes recomendaciones:


  • El primer paso es tomar conciencia de que se está procrastinando, es decir, rehuyendo, enfrentar la tarea que se tiene por delante. En este proceso suele ser de ayuda autocuestionarse: ¿por qué no arranco de una vez con esto?

  • Simplificar el asunto que nos lleva a procrastinar. Ver la tarea como algo muy grande o difícil es causa frecuente de procrastinación, no sabemos por dónde empezar. Identificar las partes de la cuestión a encarar y discernir el orden en que se pueden abordar facilita romper la inercia y pasar a la acción.

  • Centrarse en los beneficios de concluir el asunto pendiente. Quitarse la preocupación de encima, aparte de otras satisfacciones, es una manera de reducir el estrés y recuperar el sentido de bienestar.


La procrastinación reduce la eficiencia de las personas, les roba energía vital y empaña su felicidad. Pregúntese hoy: ¿cuál es esa tarea pendiente que he venido posponiendo y no acabo de acometer? Si descubre alguna, es tiempo de empezar. ¡Manos a la obra!



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