Cápsula de sabiduría para la felicidad: la filosofía, la ciencia y la vida me han enseñado que (IGNORAR NO ES UNA AFRENTA). José Tavárez.


A Sócrates, el gran filósofo griego del siglo V a. C., se le atribuye la expresión: “Solo sé que no sé nada”. Albert Einstein, el afamado físico alemán del siglo XX, expresó: “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. Debemos aceptar que en el estado actual de los conocimientos es imposible saberlo todo, incluso del área de especialización profesional.


Estas consideraciones vienen a cuento porque hay personas infelices a causa de creerse ignorantes, lo que los lleva a minusvalorarse, sentir vergüenza ante los demás e incluso a aislarse de ciertos ambientes. Hay otros, sin embargo, cuyo “pecado” es la soberbia intelectual, se consideran sabelotodo. Esta falta de humildad suele caer mal en el entorno del pedante, quien termina sufriendo por el rechazo de que es objeto.


Los mejores maestros, según mi experiencia, han sido aquellos que transmiten sus saberes de forma natural, con pocas referencias a sí mismos y sin ínfulas de superdotados. Los peores, aquellos que se ufanan de sus conocimientos y no desperdician oportunidades para atribuirse méritos o detractar a otros. Está bien empeñarse en aprender algo nuevo, sin avergonzarse de cuanto se ignora. Ser humilde al mostrar saberes agrega valor a lo que se expone, tómelo en cuenta.


Conclusión: “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. (Albert Einstein). No hay que avergonzarse de no saber algo, tampoco es recomendable andar por ahí con ínfulas de sabelotodo. Un poco de humildad intelectual nos hace bien. 




Para leer más artículos de José Tavárez, da clic aquí