Si todos los inicios de año me son cuesta arriba, quizá estoy viviendo, de manera consciente o inconsciente, bajo el dogma de: “Un gustazo, un trancazo”.


La falta de dinero no es una causa, sino una consecuencia de varias consecuencias causadas por una causa, que es tan profunda que muchas veces no la logramos ver.


A ver: Si no tengo dinero en enero a pesar de seguir recibiendo ingresos y en diciembre haber hasta recibido más de lo normal, ¿por qué no tengo? Simplemente porque lo gasté por adelantado. ¿Cuándo lo hice, Diego Sosa? Quizá en el viernes negro. Pero eso tampoco es la causa, como explico por extenso en mi libro Arco Iris Financiero.


¿Por qué retrocedo a noviembre si el dinero que no tengo es el de enero? Porque cuando podemos adelantar gastos, gastamos sin darnos cuenta y sin medir lo que sucederá. Contando con el doble sueldo, compramos con tarjetas en noviembre. Pero ese dinero extra es para gastos adicionales del típico diciembre. Y cuando llega, como no queremos evitar el disfrute, gastamos como si tuviéramos otro sueldo extra en enero… y no lo tenemos.


¿Por qué no estamos midiendo esas consecuencias? Por la verdadera causa de nuestra realidad financiera.


Nos programan con frases como: “El dinero está hecho”, “un gustazo, un trancazo”, “disfruta que tú no sabes si te mueres mañana”, etc. Esa PNL (programación neurolingüística) nos hace vivir el futuro por adelantado y así dejamos de construir el futuro que merecemos. El estrés de vivir con escasez no se deja esperar. En solo un mes nos visita para quedarse.


—¿Qué puedo hacer si ya estoy con un duro enero por delante?

Si decidiste en diciembre que preferías el gustazo, decidiste también vivir el trancazo. Pues a vivirlo. Quizá trancarse es lo primero.


En tiempos de cuarentena los humanos ahorramos como nunca antes. ¿Por qué? Porque estábamos trancados. Nada de salidas… ninguna.


Ya sé, la sociedad no te deja. Un cumpleaños que no puedo faltar, una boda de un familiar, un compartir de los amigos del trabajo, un fin de semana prolongado, que trabajo mucho y me merezco una cena o una compra, etc.


Pues no estabas en disposición de aceptar el trancazo, por lo que tu enero del 2024 será igual… o peor. Y el estrés por la insuficiencia de recursos nunca terminará. Mucho menos si no cambias la causa real, que es esa PNL que te dice que hay que vivir ahora y solo el ahora.


 Si quieres no tener un próximo enero de estrés financiero, cambia lo que harás en este mes para lograr lo que deseas. Diariolibre