Por José De La Cruz

Luego de la salida del Partido de la Liberación Dominicana por parte del expresidente de la República y el hoy presidente de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, la más trascendental e impactante en término electoral y mediático; sin duda alguna, ha sido la del exsenador, Julio César Valentín.


La gran mayoría de los que hacemos vida política y la sociedad, en sentido general, nos preguntamos sobre la posibilidad de que el expresidente de la Cámara de Diputados, exsenador y líder de Justicia Social haya obtenido de alguna manera una bola de cristal de esas que se ven en las películas y predicen el futuro, o quizás, se haya encontrado con la Espada del Augurio de los Thundercats y pudo ver más allá de lo evidente. O en cambio, se encontró con las Gemas del Poder de Thanos. Pues les cuento, que nada de eso. Solo bastó con tener dignidad y una visión clara de lo que la sociedad espera de un líder político y los principios que deben adornar un partido progresista. 


Suele decir un extraordinario compañero y hermano político ´´si los dirigentes de donde tú eres no te quieren, entonces algo huele mal en Dinamarca´´. Sencillo. Cuando el expresidente Hipólito Mejía se postuló a la presidencia de la República, todos sus compañeros de partido y hasta los que no eran compañeros y compañeras en Santiago, apostaron de manera unísona a que Papá se pusiera la ñoña.  Pero veamos otro ejemplo, cuando el expresidente Danilo Medina fue el candidato de su partido en el año 2012, el apoyo recibido por sus compueblanos en San Juan y todo el sur del país fue sin precedente. 


La pregunta es la siguiente: ¿qué está pasando en Santiago?


Hace poco el respetado y admirado por todos, miembro del Comité Político, Ramón Ventura Camejo, escribió en su cuenta de Twitter lo siguiente, cito: ´´Qué coincidencia, no aparezco en la foto de Tamboril en el acto de ayer ni en ninguno de los discursos escuché referencia a Juan Bosch. Son otros los héroes; nosotros no alcanzamos ni la categoría de villanos. ´´ (4/12/2022).


Hoy sale a la luz pública la supuesta comunicación del respetado y admirado Camejo diciendo que renuncia del Comité Político y del Comité Central.


No quisiera ser monótono con mis palabras, pero viendo todos los días cómo  personas con convicciones claras de lo que debe ser un partido progresista, personas que lo han dado todo por la hegemonía partidaria, la solidaridad y la hermandad quedan desplazados por ideas egocéntricas, narcisistas y dictatoriales no me queda otra opción que coincidir con el compañero anteriormente mencionado: si los compañeros y amigos más cercanos no lo apoyan, si no sucede lo ocurrido con Hipólito Mejía y Danilo Medina que sus provincias se desbordaron en apoyo a sus candidaturas…entonces, algo anda mal.


Quizás mi vecino divisor pueda entender que esto no lo escribo con la intención de que ´´te mortifique, mastique y trague, trague y mastique´´ y que comprendas que ´´no es culpa mía que te critiquen…ahhhh y perdón a quien le Sal´Pique.´´ 


Por favor comprenda, estimado vecino, que no estoy confrontando, como diría la voz de los escenarios, solo estoy analizando. 

Avancemos.