Un equipo de investigadores chinos y de Singapur descubrieron un virus emergente en las provincias chinas de Shandong y Henan. El agente infeccioso se encontró en al menos 35 personas asociado con enfermedades febriles y fue denominado Langya (LayV). El análisis genómico determinó que pertenece al género de los henipavirus, que se hospedan en animales y pueden transmitirse a humanos. El informe se publicó la semana pasada en la revista New England Journal of Medicine (NEJM).


En su trabajo, los investigadores refieren que los henipavirus han emergido como una de las causas importantes de enfermedades zoonóticas en la región de Asia y el Pacífico. Se sabe que al menos dos virus de este género infectan a los humanos: el virus Hendra (HeV, notificado por primera vez en Hendra, Australia) y el virus Nipah (NiV, notificado por primera vez en Nipah, Malasia). Los huéspedes naturales de ambos patógenos son los murciélagos de la fruta. Los dos causan enfermedades graves en animales y humanos y están clasificados como virus de nivel de bioseguridad 4, con una alta tasa de letalidad.


Independientemente a su cercanía genética con estos virus peligrosos, en el caso particular del LayV, hasta ahora los casos reportados en China no han sido fatales ni muy graves. Del total de infectados, 26 no tenían otros patógenos asociados. Todo este grupo de enfermos tenía síntomas de fiebre, la mitad sufría de fatiga, tos, anorexia y leucopenia. Al menos el 35 % de ellos padecía insuficiencia hepática y el 8 %, insuficiencia renal.


En la encuesta serológica de 25 especies de animales salvajes, el estudio encontró que la musaraña tenía la tasa de seropositividad más alta, del 27 %, por lo que los expertos suponen que se trata del huésped natural del virus. Dentro de los animales domésticos, los perros y las cabras obtuvieron los mayores porcentajes de seropositividad con el 5 % y el 2%, respectivamente.


Según reportó este martes Taipei Times, Chuang Jen-hsiang, director general adjunto de los Centros para el Control de Enfermedades de Taiwán, dijo que aún no se ha determinado si el LayV se puede transmitir de persona a persona. Sin embargo, con base en el análisis de los datos epidemiológicos de los 35 pacientes febriles, se pudo determinar que no tuvieron contacto cercano entre sí o un historial de exposición común. Asimismo, el rastreo de los casos no mostró transmisión viral entre contactos cercanos y familiares, lo que sugiere que las infecciones humanas podrían ser esporádicas.


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