“De amar nadie se libra, aunque así quiera. Tampoco de romperse el corazón”. Así reza un verso de la canción ‘Alguien’, de Kany García, y no podemos estar más de acuerdo con ella. Si bien es cierto que todos hemos disfrutado de la dulzura de amar y ser amados, también nos ha tocado, en algún momento, saborear el trago amargo del desamor. 


El portal Psicología y Mente define el mal de amores como la situación de sufrimiento y malestar que vive una persona ante la dificultad o ausencia de posibilidades de vivir una relación de pareja con la persona amada. Y, por si no sabías, el 29 de julio de cada año se celebra el Día Internacional del Mal de Amores.


Tristeza, angustia, rabia e impotencia son los sentimientos que pueden aflorar en una persona con desamor. Ese malestar puede surgir por varias razones: un amor que nunca haya sido correspondido o una relación que terminó por alguna razón. 


Cómo superarlo


Vivir las emociones: vivir todas y cada una de las emociones que se presentan ayuda a seguir adelante. No hay emociones buenas ni malas, todas son válidas. Hablar sobre los sentimientos, a la larga, ayuda a sentirse mejor.


Compasión: hay que poner en práctica la autocompasión y también ponerse en el lugar de la persona amada. Nadie elige de quien enamorarse.


No apresurarse en encontrar otra persona. Un clavo nunca saca otro clavo: lo único que puede hacer es hundirlo más. Aunque es válido rehacer la vida afectiva después de un mal de amores, hay que esperar el tiempo adecuado para hacerlo. De lo contrario, se puede caer en una cadena de nuevos amores y nuevas rupturas.


Tiempo para sí mismo: realizar actividades que resulten placenteras ayuda a liberar endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. “Ya sea cuidándote, haciendo tus pasatiempos favoritos o iniciar con ese proyecto que tanto tienes en mente, ahora es el momento más ideal. Puedes intentar hacer cosas que has dejado de lado durante mucho tiempo”, expresa la psicóloga Patria Santana.


Acudir a una red de apoyo: recurrir a amigos, familia y toda persona que inspire confianza es fundamental para superar los duelos amorosos, así sea para desahogarse, estar en silencio o salir de fiesta.


Ejercicio y alimentación saludable: una vida saludable es necesaria para la estabilidad mental y emocional.


Terapia psicológica: si la persona siente que no está gestionando las emociones de la forma adecuada o que el sufrimiento es desproporcionado, es necesario acudir a terapia psicológica. Esto ayuda a descubrir si existe algún trasfondo y a vivir un duelo saludable.


- diariolibre