Sarampión, varicela, rubéola y viruela son enfermedades virales contagiosas con el elemento común de aparición de vesículas en la piel y gran escozor, convirtiéndolas en afecciones difíciles de diferenciar para aquellas personas que no poseen formación médica.


De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la varicela es una enfermedad muy contagiosa causada por el virus de la varicela-zóster (VVZ). 


Produce un sarpullido con ampollas, picazón, cansancio y fiebre. 


Este sarpullido suele aparecer primero en el estómago, la espalda y la cara, y puede después extenderse por todo el cuerpo, incluido el interior de la boca, los párpados y el área genital, produciendo entre 250 y 500 ampollas que causan picazón. 


También puede producir fiebre, cansancio, falta de apetito y dolor de cabeza.


La varicela puede ser grave, especialmente en los bebés, los adolescentes, los adultos y las personas con el sistema inmunitario debilitado. La mejor forma de prevenir la varicela es vacunándose contra esta enfermedad.


La varicela solía ser muy común hasta la década de 1990 y dura de unos 4 a 7 días.


Las personas con varicela son contagiosas desde uno o dos días antes de que aparezca el sarpullido hasta que se haya formado una costra en todas las lesiones de la enfermedad.


El virus de la varicela-zóster también causa el herpes zóster o culebrilla. Después de la varicela, el virus permanece en el cuerpo (dormido). La culebrilla aparece cuando el virus de la varicela-zóster se reactiva en el cuerpo de una persona después de que ya haya tenido la varicela.


La mayoría de las personas que contraen varicela una vez quedan inmunes de por vida. Sin embargo, algunas personas pueden contraer varicela más de una vez, aunque esto no es común.


Rubéola


La rubéola, a veces llamada “sarampión alemán”, es una enfermedad causada por un virus. La infección es generalmente leve, con fiebre y sarpullido.


En los niños, la rubéola generalmente causa síntomas que duran dos a tres días y además del sarpullido incluyen fiebre baja, inflamación de los ganglios, tos y secreción nasal, ojos rojos y dolor en las articulaciones.


De acuerdo a la literatura descrita por los CDC, las complicaciones por rubéola no son comunes, pero ocurren con más frecuencia en los adultos. En casos raros, la rubéola puede causar problemas graves como infecciones del cerebro y problemas de sangrado.


Se propaga cuando una persona infectada tose o estornuda o toca objetos o superficies sin lavarse las manos. Llega a su punto más contagioso cuando la persona infectada tiene sarpullido, sin embargo, se puede transmitir hasta siete días antes de que aparezca el sarpullido y hasta siete días después. 


Sarampión



El sarampión no es simplemente un sarpullido leve, es una enfermedad que puede ser peligrosa, especialmente para los bebés y los niños pequeños. 


Los síntomas iniciales suelen incluir fiebre alta, tos, moqueo, ojos enrojecidos y llorosos (conjuntivitis).


Al segundo o tercer día aparecen las manchas de Koplik, pequeñas zonas blancas dentro de la boca.


De tres a cinco días después de que comienzan los síntomas, aparece un sarpullido. Generalmente empieza como puntos rojos y planos en la cara de la persona en la parte donde comienza el cabello y se extiende hacia el cuello, el tronco, los brazos, las piernas y los pies.


Cuando aparece el sarpullido, la fiebre puede aumentar.


Viruela


De acuerdo a la Clínica Mayo, la viruela es una enfermedad contagiosa producida por el virus Variola que ha afectado a los seres humanos por miles de años. 


La viruela por incidencia natural fue erradicada en todo el mundo en 1980, como resultado de una campaña de vacunación a nivel global sin precedentes.


Los primeros síntomas de la viruela suelen aparecen entre 10 y 14 días después de contraer la infección. Durante el período de incubación de 7 a 17 días, te ves y te sientes sano y no puedes contagiar a otras personas.


Después del período de incubación, se da la aparición repentina de los signos y síntomas parecidos a la gripe, incluyendo fiebre, malestar general, dolor de cabeza, fatiga intensa, dolor de espalda intenso y vómitos.


Unos pocos días después, aparecen unas manchas rojas y planas en la cara, las manos y los antebrazos, y más adelante en el tronco. En el lapso de uno o dos días, muchas de estas lesiones se convierten en pequeñas ampollas que contienen un líquido transparente que luego se convierten en pus. Las costras comienzan a formarse entre ocho y nueve días después, y con el tiempo se caen y dejan cicatrices con marcas profundas.


En el caso particular de la viruela símica o viruela del mono, es una enfermedad inusual que tiene una estructura relacionada con la del virus de la viruela y causa una enfermedad similar, pero en general más leve.


- diariolibre