Es sabido que las mujeres que cursan un embarazo, a los largo de los 9 meses, pueden tener algunos antojos. Una situación que podría resumirse en una necesidad de despertarse a la medianoche (por qué no también en otro horario), y casi exigir una comida específica. Según un estudio recientemente publicado, en este estadio, a las gestantes se le despiertan circuitos neuronales relacionados con el deseo y la motivación, los cuales impulsan a las embarazadas a comer alimentos dulces y calóricos. ¿Pero es esto un capricho?


El estudio, publicado en la revista Nature Metabolism, identificó aquellos mecanismos neuronales responsables de los antojos durante la gestación. El equipo, liderado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica Pi y Sunyer (Idibaps) del Hospital Clínic de Barcelona, demostró que comer alimentos más calóricos durante el embarazo puede traer a los hijos trastornos alimentarios y metabólicos.


Los resultados del trabajo realizado sobre hembras de ratón demostraron que durante el embarazo el cerebro experimenta cambios en las conexiones funcionales de los circuitos de recompensa, así como de los centros gustativos y sensoriomotores.


Las hembras de ratón, al igual que las mujeres embarazadas, prefieren los alimentos dulces, además de desarrollar conductas de ingesta compulsiva de alimentos calóricos. La alteración de estas estructuras los llevó a explorar la vía mesolímbica, una de las rutas de transmisión de señales de las neuronas dopaminérgicas.


“La dopamina es un neurotransmisor clave en los comportamientos de motivación o deseo”, señaló Marc Claret, líder del grupo Idibaps Control Neuronal del metabolismo y profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud en la Universidad de Barcelona.


El grupo de investigadores, observó que los niveles de dopamina, así como la actividad del receptor de dopamina (DR2), aumentaban en el núcleo accumbens, una región cerebral implicada en el circuito de la ingesta y la recompensa. Este hallazgo sugiere que durante el embarazo se reorganizan los circuitos neuronales mesolímbicos, a través de las neuronas DR2.


La dopamina, conocida como la hormona del placer, produce una sensación de felicidad y satisfacción, pero en exceso puede conducir a manías, alucinaciones, esquizofrenia, comportamientos adictivos en búsqueda de satisfacer ese placer, y en baja puede provocar enfermedades como parkinson. En el caso del embarazo, el aumento de dopamina explicaría ese deseo incontenible de comer alimentos calóricos y con azúcar.


“Estas células neuronales, y su alteración, serían las responsables de la aparición de los antojos, ya que la ansiedad por la comida, típica del embarazo, desapareció después de bloquear su actividad”, explicó Roberta Haddad-Tóvolli, investigadora del grupo Idibaps Control Neuronal del metabolismo y coautora del estudio.


El sistema dopaminérgico, o los mecanismos neurobiológicos que se esconde debajo de estos antojos, son similares en ratones y humanos. Claret, destacó que el estudio da por concluida la creencia de que los antojos en embarazadas están influenciados por la cultura.


Además, el estudio también demostró que esos antojos persistentes tienen efectos duraderos para la descendencia, particularmente en varones, lo que lleva a la intolerancia a la glucosa, aumento del peso corporal, aumento de la susceptibilidad a desarrollar trastornos alimentarios y comportamientos similares a la ansiedad durante la edad adulta.


“Estos resultados son sorprendentes, ya que la mayoría de estudios se centran en analizar cómo los hábitos permanentes de la madre, como la obesidad, la desnutrición o el estrés crónico, afectan a la salud del bebé. Sin embargo, nuestro trabajo indica que basta con conductas cortas, pero frecuentes como los antojos, para aumentar la vulnerabilidad psicológica y metabólica de la descendencia”, concluyó Claret.


Los hallazgos del estudio de IDIBAPS, pueden ayudar a tranquilizar a aquellas embarazadas que tengan antojos ya que no es un comportamiento voluntario. Además de contribuir en mejorar las guías nutricionales para las mujeres gestantes, para que opten por alimentos más saludables y así asegurar una adecuada nutrición prenatal y prevenir la aparición de enfermedades.


Fuente: Infobae