El estrés es un proceso psicológico normal, que influye tanto a nivel físico como mental, y suele aparecer frente a situaciones que requieren ciertos niveles de atención a lo que se hace por parte de la persona.


Se trata de un fenómeno que hasta ciertos niveles es necesario para que haya un correcto desempeño en ciertas tareas que requieran una mayor activación.


Existe una amplia variedad de factores y situaciones que pueden influir a la hora de generar un estrés negativo que puede afectar gravemente a la conducción, siendo algunos de ellos los que vamos a ver a continuación:


1. Sobrecarga laboral

Es bastante frecuente que el estrés negativo prolongado en el tiempo que padecen muchas personas haya sido causado en gran parte por tener una gran sobrecarga en el trabajo, lo cual produce estrés laboral: la mente no deja de ir una y otra vez de una preocupación a la siguiente.


2. Cambios bruscos en la vida

Otro de los factores que puede favorecer el desarrollo de un estrés prolongado es que la persona haya sufrido algún cambio brusco en su vida, como puede ser un cambio de trabajo, haberse quedado en el paro, haber cambiado de lugar de residencia, haber sufrido una ruptura sentimental, el fallecimiento de un ser querido, etc.


3. Alta autoexigencia

Las personas con unos altos niveles de autoexigencia en una o varias facetas de su vida suelen llevar un ritmo de vida acelerado, además de ser notablemente competitivos y de tener una tendencia a frustrarse cuando las cosas no salen según lo esperado, de manera que tienen una mayor predisposición a padecer estrés.


4. Situaciones que causen inseguridad y/o estrés al volante

Hay una amplia variedad de situaciones que pueden surgir mientras una persona se encuentra conduciendo que pueden generar estrés: malas condiciones medioambientales, atascos, conducir por entornos excesivamente ruidosos, conducir por una carretera que no se encuentra en unas condiciones aceptables para el tránsito de vehículos, etc.


5. Estar aprendiendo a conducir

Cuando una persona se encuentra realizando las prácticas con la autoescuela con el fin de sacarse el carnet de conducir o incluso cuando acaba de sacárselo y todavía no ha adquirido la suficiente experiencia, tienes mayores probabilidades de sufrir estrés al volante.


6. Miedo a conducir (amaxofobia)

Existen muchos casos de personas que han desarrollado una fobia a conducir, también conocida como amaxofobia. Esta alteración psicológica puede haber sido desarrollada por diversos motivos asociados a las experiencias altamente estresantes o generadoras de angustia.


7. Estrés causado por haber presenciado o sufrido un accidente de tráfico

Otra de las causas que puede provocar el desarrollo de estrés al volante puede ser el hecho de haber presenciado un accidente de tráfico o incluso por haber sobrevivido a un accidente en el pasado, lo que también puede llegar a provocar el desarrollo de un trastorno de estrés postraumático (TEPT).


Fuente: RNN