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La concentración de dióxido de azufre (SO2) por la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, España, que arrastra al Caribe el polvo proveniente del Desierto del Sahara no es nada grave, aunque representa ciertos riesgos para los que tienen alergias respiratorias, de la vista o la piel. 


El geólogo Osiris de León hace la puntualización al explicar que desde la tarde del domingo hay una nube de polvo fino procedente del desierto del Sahara  con partículas de SD2, que cubre las Antillas Menores y Puerto Rico, el lunes comenzó a cubrir a República Dominicana, Haití y parte de Cuba. 


“Es normal que podamos encontrar que, durante este lunes, martes y miércoles, algunas personas reporten irritación en la vista, picor en la piel,  dificultad respiratorias, sobre todo personas que rinitis, pulmonía, o covid. Cualquier problema respiratorio se agrava en estos días fruto de esa situación particular” explicó el experto. 


Recomendó a quienes enfrentando algún cuadro clínico respiratorio que reduzca sus salidas al aire libre hasta que pase esa nube y si tiene que salir, pues usar mascarillas. 


“La mascarilla N95 que es capaz de filtrar la  fracción más fina que es la PM2.5 que es la macropartícula de 2.5 nitrones  y la que más temor se le tiene porque es la más fina,  capaz de entrar por las vías respiratorias, alojarse en los alveolos y  dar cierta dificultad respiratoria para cualquier persona que tenga algún problema de salud respiratorio”.  


El Dióxido de Azufre pone la lluvia más ácida  

El geólogo explica que esa nube de polvo del Sahara está combinada con un poco de ceniza del volcán Cumbre Vieja y también dióxido de azufre y es arrastra a la región del Caribe porque los vientos soplan de Este-Sureste, y cualquier volcán  que haga erupción en la región del Atlántico  tiene la particularidad que incrementa la concentración de dióxido de azufre en la atmosfera, entonces eso hace que la lluvia se torne más ácida de lo normal. 


“Normalmente el agua de lluvia es acida porque  tiene un PH cercano a 5.5, fruto de que en los niveles medios y altos de la troposfera hay alta concentración de dióxido  de carbono  y cuando se combina con el agua forma moléculas de ácido carbónico  y por eso es que normalmente el agua de lluvia es un poco más ácida y la gente que sufre de gastritis y toma agua de lluvia siente un poco de ardor. Cuando hay concentraciones de dióxido de azufre,  el ph es más bajo y puede tonarse irritante para la piel sencilla y los que tienen sensibilidad visual”, dice. 


Aseguró que los factores básicos que se dan en esta situación  no es nada grave, sino que tiende a acentuar las alergias a los que presentan este tipo de problemas. 


Fuente: Listín Diario


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