Impacto negativo de la comida chatarra en el rendimiento escolar

El término "comida chatarra" abarca una amplia gama de productos consumidos por los seres humanos, que generalmente contienen altos niveles de grasa, sal, condimentos o azúcares (estimulantes del apetito y la sed) y numerosos aditivos alimentarios.

Paletas, papas fritas, galletas con azúcar adicional, pizzas y bebidas carbonatadas (sodas) son algunos de los alimentos consumidos por niños y adolescentes en las escuelas de nuestro país, lo cual está relacionado con una considerable cantidad de enfermedades.

La "comida chatarra" tiene un impacto significativo en el rendimiento escolar. Según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) que siguió a 11,740 estudiantes, se observó que los niños que consumían regularmente comida chatarra en quinto grado obtuvieron calificaciones un 20% más bajas que sus compañeros que tenían una mejor alimentación tres cursos después. Una posible explicación es que este tipo de alimentación carece de nutrientes como el hierro, que es importante para el desarrollo cognitivo, y contiene exceso de grasas y azúcares, que afectan negativamente la memoria y la capacidad de aprendizaje.

Otro estudio realizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, que involucró a 1,073 estudiantes de quinto grado y primero de secundaria, concluyó que un mayor consumo de comida chatarra durante el recreo se relaciona con un bajo rendimiento académico. Los puntajes promedio en las pruebas fueron significativamente más bajos en los estudiantes que consumían meriendas ricas en azúcar, sal y grasa en comparación con aquellos que consumían opciones más saludables.

Para que un estudiante pueda mantener el ritmo de estudios y tener un buen rendimiento, es necesario que se alimente de manera equilibrada y diversificada. De lo contrario, no solo podría afectar su papel como estudiante, sino también su salud, comenta Annie Veloz, nutrióloga clínica.

Veloz indica que una simple deficiencia de vitaminas puede provocar falta de energía y vitalidad. Algunas de las enfermedades más significativas asociadas a la ingesta de alimentos inadecuados en jóvenes universitarios incluyen problemas cardiovasculares, diabetes e hipertensión arterial.

Además, la especialista menciona problemas como digestiones pesadas, alteraciones en la salud vascular cerebral, hiperactividad excesiva, nerviosismo, altos niveles de colesterol malo y, sobre todo, la obesidad.

Sin embargo, no todo está perdido. Una solución consiste en desalentar a los padres a consumir comida chatarra, enseñándoles cómo afecta la salud cardiovascular y metabólica de sus hijos, y promover un cambio en la oferta de las cafeterías escolares para que los niños y niñas puedan adquirir productos de calidad a precios asequibles.

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