¿Por qué algunos “granos” producen más gases intestinales que otros?
Rey Duràn
Imagen: Freepik |
Por Humberto Contreras Vidal
En este texto la palabra “granos” se refiere a los cereales y legumbres que forman parte de la alimentación de muchos pueblos del mundo.
Una legumbre es una semilla comestible que se desarrolla dentro de una vaina (cáscara tierna y larga en que están encerradas las semillas de algunas plantas). Las legumbres también se conocen como hortalizas. Ejemplos comunes de legumbres son los frijoles, lentejas, garbanzos, guisantes y soja.
Un cereal también es una semilla comestible, pero se desarrolla en una espiga (un tipo de estructura fina y larga donde se agrupan las flores para luego convertirse en frutos). Ejemplos de cereales son el trigo, arroz, avena, cebada y centeno.
Para entender ¿Por qué algunos granos producen más gases intestinales que otros? Es importante establecer algunas diferencias entre las legumbres y los cereales. Además de que ambos tipos de granos pertenecen a diferentes familias a nivel botánico, también difieren en su composición química.
Las legumbres son ricas en proteínas, fibra, vitaminas (como la vitamina C y B), minerales (como el hierro y el magnesio) y aminoácidos esenciales. Los cereales son ricos en carbohidratos, especialmente almidón, y también contienen proteínas, fibra, vitaminas (como la vitamina B y E) y minerales (como el zinc y el fósforo).
Sin embargo, la clave está en las cantidades de sustancias no digeribles que contiene ambos tipos de granos. Los oligosacáridos y aminoácidos azufrados que contiene las legumbres y cereales son las sustancias directamente vinculadas a la formación de gases intestinales que se expulsan como pedos.
Los oligosacáridos son tipos de azúcares que no se digieren a nivel del estómago ni del intestino delgado. Una vez llegan al intestino grueso son descompuestos por la acción de baterías que allí existen, lo cual libera hidrógeno. Simultáneamente, la descomposición de los aminoácidos azufrados libera azufre. El hidrógeno se une al azufre para formar sulfuro de hidrógeno (H2S). Este gas es uno de los principales responsables del olor característico de los pedos.
Hay que tener claro que en el intestino grueso también se forman otros gases y otros pueden llegar desde el exterior al introducirse por la boca. No obstante, las legumbres provocan una mayor producción de gases intestinales debido a que contienen mayores cantidades de oligosacáridos no digeribles y mayores cantidades de aminoácidos azufrados que los que contienen los cereales.
En general, la formación de gases intestinales es inevitable y está directamente asociada a los alimentos que ingerimos y a prácticas y hábitos personales.
Todo alimento o actividad que mejore la digestión y absorción de los nutrientes en el tubo digestivo podrá reducir la formación de gases intestinales. Masticar bien y comer lentamente mejora la digestión. Está comprobado que el hinojo, jengibre, menta y anís reduce la formación de gases intestinales. Cocinar con orégano y/o comino también sirve para el mismo propósito.
En síntesis, los pedos esencialmente son el resultado de sustancias químicas no digeridas que son descompuestas en el intestino grueso por la acción bacteriana. Las legumbres contienen una mayor cantidad de estas sustancias que los cereales. Sin embargo, en la gastronomía dominicana se acostumbra utilizar simultáneamente cereales y legumbres en las comidas. Por tanto, como el ritmo de vida nos lleva a la mayoría acelerados ¡los pedos estarán garantizados!
El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com
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